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Postales para el recuerdo.

Fotografías de los Picos de Europa tomadas hace medio siglo por Efrén García Fernández.

Peña Santa desde Collau Jermosu

En 1958 se publicó una colección de ocho postales de los Picos de Europa realizadas por quien entonces era un joven y apasionado amante de estas montañas: el arquitecto Efrén García Fernández. Se trataba de unas imágenes en color de gran belleza, en las que, huyendo de los tópicos en los que, por lo general, han caído la mayoría de las postales turísticas, los Picos aparecían con un aire muy “montañero”. Las vistas, tomadas desde lugares tales como el Tiro Tirso o el Collau Cerredo, mostraban algunos de los rincones más salvajes y abruptos del Macizo Central, el mundo de la roca y la verticalidad que representa el corazón de estas montañas. Esas fotografías, que nunca llegaron a ser muy conocidas, se distribuyeron durante algunos años desde la Librería Cultura de Mieres, pero luego desaparecieron. Ahora, al cumplirse medio siglo de su publicación, queremos rescatarlas del olvido y mostrarlas al colectivo montañero, rindiendo con ello un homenaje a la memoria de su autor.

Peña Santa desde la Canal de Asotín
Peña Santa y Garganta del Cares desde Collau Cerredo

Efrén García Fernández, nacido en Mieres en 1926, fue un brillante arquitecto, urbanista y dibujante, autor de numerosas publicaciones técnicas y artísticas y miembro del RIDEA. Este es su perfil profesional, pero Efrén fue también un gran aficionado a la montaña y a la contemplación de los paisajes a ritmo de caminante, unos paseos que él aprovechaba para trasladar a sus apuntes, con extraordinaria maestría, cada rincón del camino. En abril de 2005, casi octogenario, falleció en Olloniego cuando, una vez más, dibujaba y recorría a pie el sector del Camino de Santiago situado entre Mieres y Oviedo.

En su juventud, allá por los años 50, Efrén visitó numerosas veces los Picos de Europa, escalando todas las cimas principales, especialmente las del Macizo Central. De aquellas excursiones, muchas de ellas llevadas a cabo en compañía de sus amigos Gustavo de la Peña y Joaquín García Tuñón, quedaron abundantes reseñas y dibujos en las Memorias del Centro Cultural y Deportivo Mierense, asociación a la que todos ellos pertenecían. Con frecuencia, el grupo de mierenses contó con la compañía del que entonces era guía del Naranjo y guarda del Coto Nacional, el gran Alfonso Martínez, personaje que, con su sombrero de guarda, puede distinguirse fácilmente en algunas de las postales.

Efrén observaba el mundo de la montaña con mirada de artista y lo trasladaba a unos dibujos en los que, al lado de perfiles y panorámicas de cumbres, vistas de majadas y rincones de aldeas, uno puede encontrarse el interior de la casa de Lola en Bulnes, el primoroso detalle del tirador de una puerta, o los mil tipos de colondras de los hórreos de Soto de Valdeón. De extraordinario interés etnográfico y documental son los estudios de las cabañas del Saigu y Cuarmada, reflejados en varios planos en planta y alzado que esperamos reproducir en un próximo artículo dedicado a estas construcciones. Y más prosaicos, pero más cercanos a nuestros recorridos montañeros, son los graciosos dibujos que ilustraban en las Memorias del CC y DM el relato de los itinerarios, rememorando las pequeñas anécdotas vividas por el grupo.

Al hablar de la relación de Efrén con los Picos no se puede olvidar una aventura que hoy día podríamos calificar como irrepetible (¡sobre todo, porque está estrictamente prohibida!): el descenso en lancha neumática por el canal de la Hidroeléctrica, es decir, por la conducción de agua que discurre entre Caín y Camarmeña. En el verano de 1960, cuando tal prohibición probablemente no existía, y semejante ocurrencia sólo representaba una idea original, Efrén García y Joaquín García Tuñón llevaron a cabo este arriesgado descenso, recogido en la Memoria del CC y DM de ese año.

Pero el mundo de la montaña también debe recordar a Efrén por haber sido el arquitecto del Refugio del Meicín, el albergue que durante tantos años (se inauguró en 1967) hemos conocido en el Macizo de Ubiña y de cuya airosa silueta ya comenzamos a tener nostalgia todos los que amamos tan bello macizo.

La colección de postales que hoy recordamos estaba formada por ocho ejemplares distintos, de los que, desgraciadamente, sólo conservamos siete. A quienes deseen contemplar estas siete fotografías en su bello color original: Postales para el recuerdo.

Hoyo de Liordes
Puente La Jaya sobre el río Cares
Jou Tras Llambrión y Naranjo de Bulnes desde Tiro Tirso
Torre de La Párdida y Hoyo de Cerredo

Villa Otero, Elisa, Longo, Jesús, "Postales para el recuerdo", Boletín del Grupo de Montañeros "Vetusta", 76, 2008.



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